A Garabandal se accede solamente por un tramo estrecho de carretera comarcal de 5,2 km., que discurre por el empinado valle del río Vendal y la une con Cosío. Desde esta población ya se pueden seguir distintas alternativas, de las cuales hoy la más favorable es la que discurre por el valle del Río Nansa en menos de 20 km hasta la Autovía del Cantábrico, en las cercanías de Comillas y San Vicente de la Barquera.
En el momento de las apariciones entre 1961 y 1965, este último tramo de carretera hacia Garabandal era tan solo un camino de tierra, con frecuencia embarrado por las frecuentes lluvias de la zona y de tránsito dificultoso para vehículos. No extraña que muchas crónicas de la época se hable de hacer a pié aquel último tramo. Parece increíble hoy que en estas condiciones llegaran a reunirse en Garabandal miles de personas sin especial mención de accidentes. Tan sólo, el último día de las apariciones, el 13 de noviembre de 1965, se cita que nadie acompañó a Conchita a los Pinos, porque la gente del pueblo se fueron a ver un camión que se había accidentado en la subida a Garabandal.